Mujer: trae la vida a tu hogar #HeraldoDigital #Ameccda

Cierre de Campaña – ¿y tu yugo, es ligero? Mujeres de Fe – AMEC

Mujer: trae la vida a tu hogar

2 Rey 4:8-37

La Biblia dice que se necesita una mujer sabia y de grandeza espiritual para edificar y mantener una familia. La Biblia la llama virtuosa (Pro 31:10) y la describe como una mujer vestida de fuerza, honor y capaz de reírse de lo por venir (vs 25).

Uno de los pasajes bíblicos que resume muchas de las características que posee esta mujer lo encontramos en 2 Rey 4:8-37; la mujer Sunamita. Randy Bataanon, Pastor y amigo en las Filipinas, me hizo llegar un sermón que predicó sobre este pasaje en Mayo del 2012. A continuación compartimos el bosquejo con algunas explicaciones. El lector se percatará que el ejercicio de llenar los blancos se hace muy fácil ante las capacidades para explicar y para aplicar que posee este gigante.

El Pastor Bataanon comienza sus reflexiones señalando que la fortaleza y nobleza de una mujer  (y de un hombre) solo puede ser retada por predicamentos reales que se enfrenten en la vida. Una mujer noble y fuerte ha desarrollado el carácter y posee unas fortalezas y destrezas cónsonas con los retos que trae la vida. Sin embargo, son las decisiones y acciones antes y durante tiempos de grande opresión las que revelan el carácter real de ella. Es por esto que la sunamita es un ejemplo extraordinario para demostrar el valor del carácter de una mujer; particularmente cuando la muerte desenvaina la espada contra su familia.

Un detalle que el amado Randy no examina (por falta de espacio) es que los primeros versos de este pasaje colocan al profeta lidiando con la necesidad de una mujer pobre. Los versos del 8 hasta el final lo colocan trabajando con los problemas de una mujer importante. Las crisis no discriminan.

La Biblia dice que lo que es importante para provocar la intervención divina es nuestro testimonio y nuestra integridad. El salmista lo decía así en el Salmo 34: “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos” (vs 15). El salmista lo vuelve a afirmar en el Salmo 84: “Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad” (vs 11). . A

Veamos cómo Bataanon define todo esto usando el pasaje del epígrafe:

“La Fortaleza de una gran mujer que edifica su familia”

I – Su carácter es revelado antes de que lleguen los tiempos de tribulación  (2 Rey 4:8-19)

1. Sabe sembrar la semilla de la generosidad (vs8)
   • Ella edifica el futuro de su familia ayudando a otros en sus necesidades
2. Mantiene un clima de respeto hacia su marido (vs9)
   • Conoce su lugar y el lugar de su marido. Lo involucra en estos procesos.
   • No necesita ser “bossy” para conseguir lo que quiere
3. Puede discernir acerca de las cosas espirituales (vs9)
   • Su conciencia espiritual le permite identificar lo genuino de lo falso
   • Esto no significa ser ignorante
   • Esta conciencia le permite vencer cualquier motivación egoísta
   • HDM Spence dice que hace falta santidad para percibir y reconocer la santidad
4. Demuestra bondad para el siervo de Dios (vs 10)
   • Sus acciones tocan el corazón de Dios y la colocan en la agenda divina
5. No posee agendas ocultas (vs 13)
   • Sus motivos son puros; no es oportunista; tan solo desea ayudar
   • Siente que el apoyo que recibe del pueblo es más que suficiente
   • Dios la premia
6. Posee buenos modales (vs 15)
   • Le brinda al profeta respeto y espacio privado; sabe que solo es un canal
7. Está contenta con lo que posee (vs 16)
   • Satisfecha con su vida aún sin tener un hijo.
   • No cuestiona a Dios por esto
   • Debe haber orado por esto y haber decidido aceptar su realidad
   • Esto no impide su deseo de servir
8. Sabe cuidar de su hijo (su promesa y bendición)(vs 19)

II – Su carácter revelado durante el tiempo de la tribulación (2 Rey 4:20-36)

1. Mantiene la calma, no da lugar al pánico y está en control de la situación (vs 20-21)
   • Su respuesta en medio de la crisis que enfrenta
     1. Sabe guardar silencio
     2. Se niega a aceptar que la muerte es un estado permanente – Cree que Dios puede hacer un milagro
2. Procura mantener a su esposo en calma
3. Sabe a dónde acudir y con quien tiene que hablar (elimina intermediarios innecesarios; Giezi)
   • Bataanon no lo específica, pero el viaje de Sunem al Carmelo se estima en 6 horas.
   • No hay distancias cuando el corazón necesita sanidad
4. Ataca la crisis desde las promesas y no desde las pérdidas “Señor, ¿acaso le pedí a usted tener un hijo? ¿No le pedí a usted que no me engañara?” (Dios Habla Hoy)
5. Hay lugar para expresiones sinceras , pero no para faltas de respeto
6. Esta actitud trae la vida otra vez al hogar
7. Evita la agonía de su esposo
8. Evita que su hijo sea expuesto
9. Evita una temporada de explicaciones, tragedias y cansancios
10. Posee el respeto de su esposo (vs 22-23)
    • Su esposo no tiene problema alguno para aceptar las explicaciones que ella ofrece
    • Su reputación la hace digna de confianza
11. Sabe tomar decisiones correctas aún en medio de tiempos en los que se experimentan grandes presiones (vs 24)
    • Conoce la importancia del uso del tiempo
    • Sabe a dónde acudir cuando llegan los tiempos de angustia
    • Si Dios dio ese hijo, entonces es Dios el que posee la solución
12. Sabe cómo manejar las distracciones (vs 26)
    • Explicarle a Giezi significa tener que explicar el problema en más de una ocasión
    • Explicarle a Giezi es sinónimo de complicar la situación
      1. (Giezi no es de fiar; 2 Rey 5:21-27)
    • Escoge el momento correcto para hablar (vs 27)
      1. Es allí que vacía su corazón.
    • No acepta fuentes secundarias para solucionar su problema
      1. Bataanon dice que la humildad de Eliseo hace que al profeta no le importe quién se lleve el reconocimiento por el milagro que viene de camino.
      2. A Eliseo lo mueve su simpatía y la emoción que le provoca la Sunamita.
      3. Eliseo quiere resolver esto de inmediato.
      4. Pero este evento no era delegable.

III – Características finales (Randy no las ofrece)

1. Esta mujer parece saber que sucede con frecuencia que grandes bendiciones produzcan grandes problemas que luego se convertirán en grandes testimonios
   • Estos tiempos de prueba retan nuestras capacidades para creer, confiar y esperar.
2. Esta mujer parece conocer el poder de la oración
   • Ella conecta sus esfuerzos con una fuente correcta.
3. El profeta nos enseña varias cosas acerca de la oración
   • Eliseo ora a Dios en privado
   • Eliseo entra en contacto con el problema
   • Eliseo persevera en la oración hasta recibir la respuesta del cielo con precisión

Una mujer con estas características, no solo es una mujer de fe,  sino que  provoca que la vida entre de nuevo a su hogar. 

Dios tiene la mejor parte separada para ti #MujeresdeFE #VidaAMEC

Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.  Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

(Lucas 10: 40-42)

Iglesia AMEC Casa de Alabanza

 

La voz apacible de Jesús, enmarcada en palabras de amor, nos confronta con la experiencia de vida de la mujer de hoy – afanada y turbada por la realidad de su circunstancia actual, a tal punto que Dios mismo ha venido a verle y aún se siente sola; Dios mismo quiere estar con ella, compartir Su Palabra, más la condición de derrota provocada por la temporalidad de las ‘muchas cosas’ se interpone ante la oportunidad de escoger la perennidad de “la mejor parte”.

Esa parte la dio a Sara, mujer de Abram – toda una vida transcurrida, con la vejez encima, sin esperanza, aguardando la promesa del fruto de su vientre para verla cumplida en una generación de pacto, una ‘descendencia que heredará la tierra’. (Génesis 15)

Esa parte la dio a Fúa y a Sifra, parteras durante los años de esclavitud del pueblo de Israel en Egipto – viviendo bajo presión, en un ambiente de muerte, con una encomienda a actuar en contra de su voluntad, en contra de su naturaleza; mas las sobrecogió el temor a Jehová y recibieron Gracia, ‘Dios les hizo bien’ y ‘prosperó sus familias’. (Éxodo 1)

Esa parte la dio a Jocabed, madre de Moisés – viviendo en sumisión, con escasos recursos, criando un hijo sin garantía del futuro, del mañana; mas recibió visión e ingenio, viendo premiada su obediencia y perseverancia en un hijo escogido, con oportunidades, con destino, con un llamado y una misión divina. (Éxodo 2)

Esa parte la dio a Débora, jueza y profetiza de Israel – viviendo bajo opresión, en un ambiente de guerra, con la responsabilidad de muchos sobre sus hombros; responsabilidad que vio transformada en voz profética, en autoridad para hacer justicia, para ordenar, para dirigir, para decir la palabra y ser testigo de la victoria sobre el enemigo. (Jueces 4)

Esa parte la dio a Rut, la moabita – viviendo en desolación, habiéndolo perdido todo (su marido, su tierra, hasta su propia identidad), para luego ser restituida por su entrega y fidelidad, reafirmada en virtud:

para hallar gracia… (ante su Señor),

traducida en amor… (fue tomada por mujer),

convertida en herencia… (dio a luz un hijo),

marcada para redención… (linaje de David).

(Libro de Rut)

Esa parte la dio a Ana, madre del profeta Samuel – viviendo entristecida, afligida, atribulada, con amargura de alma, añorando el día en que Jehová escuchara su oración, la cual vio contestada cuando ‘NO ESTUVO MAS TRISTE’ (v. 18); cuando transformó su congoja y aflicción en adoración. ‘…y Jehová se acordó de ella’ (v. 19) y contestó su petición. (1 Samuel 1)

Esa parte la dio a Abigail, mujer de Nabal – viviendo bajo el maltrato de un hombre duro, perverso e insensato; mas recibió inteligencia, sensibilidad para escuchar la voz de Dios, para decir la palabra, y declarar libertad sobre su vida y la vida de los suyos. (1 Samuel 25)

Esa parte la dio a la Viuda de Sarepta – viviendo años de hambre y escasez, criando sola, a punto de desfallecer; mas ella fue, obedeció, obró en fe, y Jehová multiplicó lo poco que tenía, y ‘no escaseó’ y ‘no menguó’. (1 Reyes 17:8-24)

Esa parte la dio a Hulda, profetiza durante el reinado de Josías – viviendo en un tiempo enmarcado por las consecuencias de las acciones de sus antecesores (v. 16); mas fue coronada con autoridad, con voz profética, para llegar aun hasta lo más alto y revertir un final de juicio en un nuevo comienzo sellado en pacto. (2 Reyes 22:13-20; 23:1-3)

Esa parte la dio a Ester, Reina de Persia – huérfana, apresada, viviendo en espera de una oportunidad; más en un ambiente de gran luto, ayuno, lloro y lamentación (4.3), tras una sentencia de destrucción (3:9), fue escogida – en gracia y favor – para obrar sin temor, actuar con autoridad, enfrentar la maldad y alegrarse en el testimonio de la salvación. (Libro de Ester)

Esa parte la dio a la Mujer Samaritana – despreciada, excluida, condenada por su propia gente – viviendo ilegítimamente una relación inconsecuente; más la sorprendió Su Amor – amor que la encontró, la confrontó, que sació su sed, le devolvió su honra y una nueva esperanza que compartió con otros. (Juan 4:3-30)

Esa parte la dio a Loida y a Eunice, abuela y madre de Timoteo – mujeres llenas de fe, que vieron el fruto de su legado en una descendencia a la que instruyeron a escudriñar las escrituras, a amar al Señor, a proclamar las buenas nuevas y a servirle. (2 Timoteo 1:5; 3:14-15; 4:1-2)

Mujer:

… si estás en espera

… si estás viviendo bajo opresión

… si tienes escasos recursos

… si llevas la responsabilidad de muchos sobre tus hombros

… si lo has perdido todo

… si llevas años con oraciones sin contestar

… si estás experimentando maltrato

… si estás pasando hambre, escasez

… si estás pagando las consecuencias de las acciones de otro

… si estás viviendo bajo amenaza

… si te sientes despreciada, excluida

… si lo único que tienes es fe…

Dios quiere regalarte la mejor parte – porque lo que Él tiene para ti es lo mejor y es eterno.

Shirley M. Esquilin

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